miércoles, 12 de noviembre de 2008

Honeysuckle: vivir en el pasado

Honeysuckle - madreselva, lonicera caprifolium
Emoción a tratar: vivir en el pasado.
Grupo: flores para la falta de interés en el presente.

Aunque hablar del pasado nos evoca a los ancianitos contándonos sus sempiternas batallitas de antaño lo cierto es que, siendo sinceros y objetivos con nosotros mismos, la gran mayoría estamos gran parte del tiempo… en el pasado, unos porque lo recuerdan gratamente y piensan aquello de “cualquier pasado fuera mejor” y otros por amargas experiencias que permanecen indelebles (aquella famosa frase …”desde entonces ya no soy el mismo”) principalmente porque, a base de revivirlas las estamos enriqueciendo en lugar de curarlas y dejarlas ir… nos aferramos a ellas en lugar de trascenderlas y dejar paso a las nuevas vivencias.
Para aquellas personas que están lejos de su casa, de su familia, amigos. Para nostálgicos que añoran, sienten “morriña” por un lugar, un tiempo, un ser querido. Aquellos que no consiguieron alguna ambición y todavía piensan en ellas.
Para jóvenes que, en lugar de emprender el vuelo, quieren seguir “refugiados” en el hogar, en la infancia. Y para los niños que les cuesta comenzar las clases porque echan de menos la casa, la mamá… principalmente es muy útil en niños internos, orfanatos.
Para enfermedades que aparecen en estados de melancolía o añoranza de otros tiempos, en heridas del pasado que no cicatrizan, catarros constantes. Enfermedades congénitas o que ocurrieron “en un momento concreto”. Corta el cordón umbilical, en el más amplio sentido de la palabra, asociada a walnut (nogal).
La esencia regenera ese pasado, recordándolo en su justa medida y, a su vez, permitiendo la apertura al presente y futuro, adaptándose al presente y aceptando las nuevas experiencias. Permite descubrir la belleza de los nuevos tiempos, cualesquiera que estos sean.
Desde luego que es una esencia imprescindible en los cambios, principalmente los más importantes de la vida como es el nacimiento, tanto para el niño como para el cambio que se produce en la madre, así como también ayuda en el proceso de transición o de la mal llamada muerte, entendida como la inexistencia de la otra vida, siendo estos pasos los más importantes y transcendentales por los que pasamos y lo que ello conlleva de lazos y tendencias que nos arrastran hacia atrás.
Con esta flor nos adaptamos a los cambios con más facilidad y nos ayuda a vivir el presente con más intensidad, dejándonos fluir por la vida.

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