martes, 16 de marzo de 2010

Estrés, escuatro, escinco… ¡donde vamos a llegar?

Observando el ritmo cotidiano de la vida ¿Cómo se entiende tanta prisa que llevamos siempre? siempre hay prisas, vamos corriendo a todos los sitios, hasta los que se supone no tienen trabajo ¡tampoco tienen tiempo! Los jubilados no paran ¡hasta los niños son ahora “hiperactivos”! y da igual que sea la gran ciudad como el barrio o pueblo más alejado, en mayor o menor medida, ahí están las prisas.
Tengo una sensación inconsciente de que estamos huyendo de algo continuamente, o de no querer saber o que la materia nos ha dominado completamente y nos maneja como el burro que va tras la zanahoria ¡no sabe que la lleva pegada al cuello!
Yo soy una persona de naturaleza nerviosa pero “para adentro”, me dicen que aparento ser muy tranquila, que aporto relax, paz y tranquilidad pero dentro llevo la olla a presión, suelo tener el cuerpo completamente rígido, tenso por aquí y allí, creo que hasta los huesos los tengo agarrotados. He practicado mil y una forma de relajación, ejercicios, etc… y, aun así, los nervios me pueden, atenazan, dominan, doblegan…
Pero hace poco llegué a una conclusión: no son los nervios los que dominan la situación… ¡es la mente! Si yo, mentalmente, quiero controlar esto y lo otro, tengo que hacer…, he de vigilar tal cosa porque si no… seguro que no sale, no me da tiempo para hacer mil cosas, mucho menos para relajarme con todo lo que tengo pendiente… casi no me da tiempo ni a respirar… UFF ¡QUE ESTRÉS!
Pero si cambio mi actitud mental y pienso en soltar, dejar ir, aceptar las cosas como son y van viniendo, si en lugar de pre-ocuparme confío más en el destino, le dejo que actúe y haga su parte que es la más importante, si vivo cada momento sin irme un ápice ni hacia el pasado ni hacia el futuro … si observo la naturaleza cómo actúa: tranquilamente, cada cosa en su momento y con un ritmo calmo y maravilloso, casi imperceptible pero sin detenerse ¡siempre avanzando! Si tomo en cuenta las anécdotas y señales que la vida me ofrece continuamente para facilitarme el camino… de repente sobreviene una paz y tranquilidad inconmensurables.
Pero todo esto lo ha dicho el doctor Bach ¿hace cuanto tiempo? Además de otros tantos maestros, que el conflicto-enfermedad se origina entre el espíritu y la mente. Traemos un plan de vida, unos perfiles para desarrollar y estas premisas básicas las dicta el espíritu a la mente pero, a continuación, la mente actúa por libre interpretando lo que le parece y más le conviene, siempre desde un punto de vista corto y sesgado, empieza a actuar la personalidad más materializada y a querer dominar a espaldas del espíritu, nuestro auténtico y verdadero ser lo cual lleva a provocar alteraciones, conflictos, cuando no enfermedades. Veamos las flores que nos pueden ayudar:
IMPATIENS… y la impaciencia, la flor estrella para estos casos, para cuando queremos las cosas para “anteayer”.
VERVAIN para el sobreentusiasmo o las ideas que se quieren llevar hasta el final por mucho bien que se quiera hacer.
OAK, también muy efectiva para quienes se sienten en la obligación de hacer, hacer, hacer y no parar en una lucha sin fin. He observado que relaja la zona abdominal.
ROCK WATER o agua de roca, pienso que debería llamarse “agua versus roca” por ser ideal para personas rígidas, austeras, severas consigo mismas, en fin, actúan al contrario de cómo lo hace el agua.
VINE para las ideas únicas, de un solo punto de vista, sin admitir otras ideas y con tendencia a imponerlas, incluso.
La lista podría ser más larga pero también depende de cada persona aunque, básicamente, es útil cualquier flor que suavice el carácter que trata de actuar por delante de las circunstancias y le falta “dejarse llevar”.

Hoy, en lugar de una canción, te aconsejo una peli "voces de ángeles", del director Peter O'Fallon, muy emotiva, profunda, transcendente, por lo menos para mi gusto.

2 comentarios:

Pilar Vidal Clavería dijo...

Querida Puri,

Me ha gustado todo lo que explicas y cuanta razón tienes, y cuanto sentir, para mi es muy importante cuando alguien o nosotros mismos decimos: es que estoy muy nervioso, es básico identificar ese estado porque el estar nervioso es una generalización aprendida y que no aporta conciencia sino que te mantiene en un punto sin avance.

Por eso como bien dices aunque las flores que indicas pueden ser adecuadas, indagar a que estado estamos más cercanos nos permitirá ir un poco más allá y reconocernos y conocernos un poquito más.

Hasta pronto, un fuerte abrazo

Purificación dijo...

Querida amiga madrugadora, si que es verdad el identificar de donde vienen las cuestiones, casi se resuelven en un 50%. Es gracioso que toda la vida he estado sometida a los dichosos nervios, aunque últimamente las flores me han ayudado ya no solo a entenderlos y enterderme sino a liberarme, en parte, de ese sometimiento pero "entender" cual es el planteamiento resulta fundamental.
Antes me enfocaba desde la mente hacia el cuerpo y resulta que era la mente la que estaba tensa.
Pero si YO pienso en que mi mente está laxa, relajada, incluso ¡como si no hubiera! ahí está la cuestión.
Vaya tontería de cambio y de diferencia...
Y si rematamos con las amigas florales pues ¡mejor de mejor!
Otro fuerte abrazo para ti.