domingo, 3 de abril de 2011

LA IGUALDAD DE LA MUJER…. ¿ ??

No deja de sorprenderme que, muy a menudo, cuando a alguien le va mal con su pareja y se queja “es que menganito-fulanita no me entiende, no me deja hacer… me coarta… me maltrata”… a estas alturas de la vida ¿todavía nos creemos esa bola? Hablamos de la otra persona como si fuera alguien ajeno a uno, completamente, pero con un influjo extraordinario que nos maneja como a marionetas…

Comenzando por el principio, alguien tan cercano como una pareja y, después, todos los demás, son un reflejo de nuestro interior, para lo bueno y para lo malo, entonces, no vale decir “no puedo porque X no me deja… o le va a parecer mal”. Además, ya sabemos de sobra que es una escusa barata; en último término, es desde una parte recóndita, la propia persona la que está hablando de sí misma, no del otro. En ocasiones, estamos poniendo como escusa a tal persona, y ésta, en cuestión ¡no tiene ni idea de tal protagonismo!

Cuando hablamos de tal manera de alguien, simplemente, estamos explicando cómo somos nosotros en nuestra parte oculta, que muchas veces ni reconocemos… pero que, si empleamos toda la honestidad, nos iremos dando cuenta de esta gran verdad.

Por otro lado, tengo que agradecer muchísimo a los movimientos feministas por conseguir una igualdad de la mujer con relación al hombre. Ahora, dicho esto, ¿no estamos desbarrando un poco, bastante? Actualmente, y supuestamente, la mujer está más liberada… ¿de qué? ahora la mujer trabaja… en casa, en el trabajo, lleva como puede a los hijos –que no puede y los cuidan otros- y cuando acaba la jornada ¡ni se reconoce! Y por lo que veo, la cosa no ha cambiado mucho pues los niños de hoy día están educados para no hacer mucho, no sea que se traumaticen, por lo que ¿sobre quien recae el peso de la casa, del hogar? pero ¿porqué? Pienso que, muchas veces, el machismo tiene su origen en la educación del niño.

Y, para colmo, en su ansia de ser igual al hombre (¿nos parecemos en algo?) la mujer se ha vuelto más ordinaria, más agresiva… ¿más dominante, manipuladora? ¿hemos perdido los papeles?

Lo siento pero no me gusta el papel que ejerce la mujer actualmente y, en muchos casos, me avergüenzo de pertenecer a este género que está adquiriendo los defectos de los dos sexos y se está olvidando de sus virtudes. Parece que “igualdad” significa hacer al hombre malo lo cual es una gran perversión pues el hombre, para la mujer, representa ¡su ser espiritual, divino! (ojo lo que está diciendo una mujer, de si misma-su ser profundo, cuando critica a su pareja, padre, jefe, hermanos, etc… Para el hombre, la mujer representa el mundo material).

Y, en la práctica, si para ser nosotras buenas nos basamos en que ellos son malos ¡mal vamos!

La mujer, si se reconoce como tal, en toda su amplitud y características, no necesita igualarse a nadie porque ya lleva implícito su reconocimiento y ahí está el ejemplo de tantas mujeres célebres de todas las épocas, precisamente por ser como se han reconocido, no han necesitado más. Lo cual vale también para el hombre pues solamente hemos de manifestar lo que cada uno es realmente y así es cómo se nos reconocerá y respetará.

Veamos qué flores nos ayudan en esta aventura de reconocer nuestra verdadera esencia:

RED CHESTNUT, proyecta sus miedos en los demás, vive a expensas de… física y energéticamente. La esencia le ayuda a manifestar sus miedos en sí mismo y ver que no son más que fantasmas.

WILLOW, culpamos a los demás de nuestras cuitas sin reconocer que obtenemos lo que un día sembramos. Nos ayuda a tener paciencia con el destino, sacándole el mejor provecho.

HEATHER, calentamos la cabeza a los demás con nuestros problemas, como si fuéramos el centro del mundo, en plan victimillas… buscando cariño pero obteniendo lo contrario pues cansamos a la gente. Ayuda a escuchar más, a dar más que a recibir.

CERATO, cuando creemos que las influencias externas es lo que vale y nos olvidamos de nuestra sabiduría interna.

CHICORY para la manipulación disfrazada o descarada… siendo más auténtico y dando más de lo que reclamamos es como, seguramente, obtenemos lo que perseguimos del revés.

Como verás, estas flores son un pequeño ejemplo; podríamos hablar de casi todas pero ya es cuestión de las que necesita cada uno. De la forma que sea, siempre nos van a ayudar a conectarnos con nuestro verdadero ser, sin máscaras y a ser más auténticos.