lunes, 28 de septiembre de 2009

WILLOW: amargura, resentimiento.

WILLOW – sauce, salix vitellina.
Emoción a tratar: amargura, resentimiento.
Grupo: flores para el abatimiento y la desesperación.

Estudiamos la última flor siguiendo el orden alfabético y coincide en que, también, pertenece al último grupo de las 19 esencias halladas por el doctor.
El sauce es un árbol considerado mágico, sagrado por los antiguos y muy útil en medicina pues de el se extrae el famoso ácido acetilsalicílico comúnmente conocido como “aspirina”. Con estos pequeños detalles nos podemos hacer una buena idea de su valía.
En lo que respecta a los elixires veremos que también se utiliza para problemas articulares dolorosos pues la causa de estos es una persistente fijación o rigidez con relación a las circunstancias de la vida ya que no acepta la parte negativa resistiéndose a ella, cae en el victimismo y en procesos de rabia y resentimiento que no va a exteriorizar, lo cual le lleva a sentir amargura y resentimiento. A su vez, esta forma de actuar trae más calamidades y desgracias por su negatividad por lo cual se va rizando el rizo y la persona puede entrar en una espiral de rabia, crueldad y odio, eso sí todo muy callado, en silencio. Según el doctor, la crueldad trae muchos y graves dolores.
Esta actitud es debida a varios motivos, uno la falta de agradecimiento o reconocer lo bueno que trae la vida pues, en muchas ocasiones, nos quejamos en exceso sin valorar lo bueno que nos rodea que, por regla general, es mucho. Por otro lado es una forma de no entender los hilos que mueve el destino; teniendo en cuenta la ley de causa y efecto, relacionada con el karma, cuando las circunstancias traen algo desagradable o que puede alterarnos en exceso como “supuestamente” negativo probablemente es una cuenta a saldar de algún acto antiguo que no fue muy correcto y vuelve “contra nosotros” para que entendamos “en nuestras propias carnes” el resultado de esa actitud. Si en lugar de entenderlo de esta manera, nos empeñamos en culpar a la vida y a los demás de nuestro infortunio y poco a poco ir amargándonos, rumiando cada vez más la cuestión, haciendo más grande el conflicto, terminamos por aislarnos de los demás porque no les aguantamos y tampoco ellos nos aguantan.
En la soledad seguimos aumentando la bola viendo ya enemigos por todas partes, la sociedad entera está en complot contra uno y la historia termina degenerando en artritis reumatoide, artrosis y en casos extremos, alguna enfermedad terrible como el cáncer.
Como este tipo de personas no exteriorizan sus emociones, las guardan, lo mismo ocurre con los líquidos corporales siendo la esencia muy útil en retención de líquidos (estando comprobada su eficacia) y en patologías crónicas de la piel (el órgano por el que contactamos con el exterior). También es muy interesante para eliminar cálculos principalmente hepáticos.
Al tomar la esencia obtenemos una paz, claridad mental para recibir la información correcta sobre el aprendizaje que se presenta y, lo más importante, desarrolla la virtud tan importante como fundamental: el perdón el cual nos va a reconciliar con los demás y con la vida misma.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Septiembre, tiempo de cosecha ¿o no?

Tradicionalmente, septiembre corresponde al final de una etapa en que se recogen los frutos de lo sembrado con anterioridad por lo que, si se ha realizado una buena siembre, se obtendrá una mejor cosecha.
Al ser final de una etapa, ésta da comienzo a otro nuevo ciclo, por lo tanto es un momento de nuevas expectativas, nuevos y renovados ideales, nuevos proyectos e ilusiones. Pero actualmente ya nos han colado la idea de que el precioso y maravilloso septiembre es el mes “de la depresión” ¡ya está! ¡así de simple! ¿por qué? ¿tan malo es volver a lo cotidiano, al trabajo, a las responsabilidades?
Si a todo esto añadimos lo que nos cuentan desde unos intereses creados por tierra, mar y aire y que no voy a repetir, no es de extrañar que uno caiga en picado ante tal cantidad de horrores ¿fabricados?
Quiero hacer una llamada de atención sobre esto pues nos quieren vender (y lo hacen muy bien) un espejismo bastante negro, por cierto. Pero ¿por qué picamos el anzuelo? Básicamente por una gran falta de identidad personal, individual: nos han educado para seguir al rebaño y para que no pensemos, incluso para que olvidemos quien YO SOY realmente, es decir, que nos alejemos de nuestro verdadero origen donde se halla nuestra gran fortaleza.
Para ello vamos a hacer un repaso de las flores que nos ayudarían a reorientar nuestra vida y volver a conectar con nuestra ESENCIA, la cual es ÚNICA, DIVINA, INMORTAL, BELLA, PODEROSA… entre otras muchas elevadas cualidades.
LARCH, la flor por excelencia para la falta de autoestima. Según algunas teorías es la primera que deberíamos tomar pues si carecemos de esta base tan fundamental todo lo demás se tambalea.
CERATO, para cuando se tiene una certeza pero se consulta a los demás haciendo caso de su opinión la cual suele ser errónea. Es la flor de la sabiduría pues esta se halla en nuestro interior, no necesitamos acudir a otros para pedir consejo pues la respuesta la guardamos dentro. Atención a esta flor pues hoy día hacemos más caso de los media y de lo que nos rodea (lo aparente) que de nuestra intuición o conocimiento.
CRAB APPLE, la falta de autoestima visto de otra manera, con vergüenza o sentimiento de suciedad, asco.
GENTIAN, para pensamientos negativos, pesimismo, no se emprende nada pues, primero, se plantea el fracaso. Cuando solamente nos fijamos en el mundo material y al ser éste caduco lo que nos transmite es sensación de límite, inseguridad, por lo tanto negatividad. Es volviendo al espíritu cuando encontramos los altos valores. Como nos aclaró muy bien nuestra colaboradora y amiga Pilar (¿te lo digo Pili? ¿estás por ahí? je, je) es la flor que transmuta lo negativo en positivo.
GORSE, para la falta de esperanza, cuando uno tira la toalla y ya no espera nada bueno. Esto es algo que se ha de evitar pues dice el doctor Bach que no podemos vivir sin esperanza y, es más, estamos obligados a crear o renovar la esperanza en los demás. Posiblemente la situación no es tan complicada, puede ser un apego al pasado, no permitiéndonos adaptarnos a las nuevas circunstancias, por ejemplo. Normalmente la solución es mucho más sencilla de lo que parece, otra cosa son los apegos… esta flor ayuda a ver la situación crítica de una forma no tan negra sino como parte necesaria de la evolución la cual conduce a un nuevo y espléndido día.
MUSTARD, para estados ambivalentes de euforia y depresión o para estados depresivos profundos. Puede ser una situación en la que parece como si una nube negra nos invadiera.
PINE, ya habrás visto que redundo en esta flor pues es más importante de lo que parece. Tanto en terapias como en la vida cotidiana estoy observando que la gran mayoría tenemos tan, tan, tan arraigado el sentimiento de culpa que, muchas veces, pasa desapercibido siendo un sentimiento totalmente corrosivo y, atención, AUTODESTRUCTIVO. Es más, la persona que necesita esta flor junto con CRAB APPLE ¡mucho cuidado! Pues es una mezcla explosiva de la cual hay que huir a toda velocidad, sin exagerar puede ser una auténtica trampa mortal. Siempre, siempre tenemos la prerrogativa divina de elegir, siempre podemos elegir en todas y cada una de las situaciones y no nos podemos permitir ni un ápice elegir o alimentar un estado negativo porque, además, estos estados son muy atractivos, atrapan y, cuando menos nos damos cuenta, el salir de ahí es muy difícil, por lo tanto, erradiquémoslo desde el principio.
RED CHESTNUT, para la preocupación excesiva de los demás con lo cual, al proyectarnos hacia fuera… perdemos nuestro centro. La flor ayuda a preocuparse por uno mismo que es donde está la cuestión.
WALNUT, la famosa flor para los cambios que tanto nos traen de cabeza. Es cierto que vivimos una época de profundos cambios y esta prolífica flor nos va a ayudar a adaptarnos a la nueva situación y a tomar decisiones sin que los demás interfieran en ellas.
WHITE CHESTNUT, para pensamientos repetitivos, descontrolados, muy útil para la relajación, meditación o para encontrar la paz mental.
Seguramente podría especificar más flores pero ya entrarían en el terreno personal de cada uno. De todos modos te invito a repasar todas las flores en el blog, por si te no te identificas con alguna de las anteriores y te recuerdo que las flores son tan maravillosas y perfectas que solamente pensar en ellas ¡ya están actuando! ¡abusa de ellas que no producen sobredosis!

martes, 1 de septiembre de 2009

Wild oat: insatisfacción, indecisión, dispersión.

WILD OAT – avena silvestre, bromus ramosus.
Emoción a tratar: insatisfacción, indecisión para escoger entre varias opciones.
Grupo: flores para los que sufren incertidumbre.

La flor que estudiamos hoy es muy interesante por varios motivos:
1. Es la única gramínea de todo el sistema floral la cual representa uno de los alimentos principales de la alimentación y más completos, no hay más que echar un vistazo y ver todas las cualidades (y son muchas) que guarda este maravilloso cereal, principalmente para los nervios, según como los tenemos hoy día.
2. Pertenece al segundo grupo encontrado por el doctor, es decir, a los siete ayudantes, siendo la última de este grupo por lo tanto, ya no equilibra emociones básicas sino que trata de encontrar la misión en la vida, el porqué y para qué nacemos o para ver claro cual es el camino que hemos de seguir, el cual nos llevará a la meta trazada por nuestro espíritu o nuestro ser esencial. Además hace de puente entre los siete ayudantes y el siguiente grupo que son las 19 esencias más espiritualizadas, de ahí la importancia para encontrar el camino adecuado y así poder evolucionar más fácil y directamente hacia la meta prevista.
3. Es el catalizador propio para personas pasivas, es decir, cuando una persona es introvertida y no expresa fácilmente sus emociones ni sentimientos o pareciera que necesita muchas flores, la avena le va a ayudar a concretar realmente lo que necesita. Otra vez nos vuelve a marcar el camino pues nuestro ser profundo sí sabe lo que hemos de hacer pero en la práctica nos podemos dispersar con todo lo que el mundo material nos ofrece y terminamos por no saber cual es la decisión correcta, emprendiendo caminos, trabajos, relaciones que terminan en un callejón sin salida lo cual lleva a una insatisfacción, desilusión, desarraigo, y una sensación de que hay algo que no estamos haciendo o de no hacer lo correcto.
También es útil para esas etapas en la vida en que todavía no está definido lo que hemos de hacer, hay una incertidumbre, un estar en tierra de nadie antes de encontrar la ubicación definitiva. El problema viene por prestar más atención al exterior cuando, realmente, la solución o la respuesta está en el interior.
Esto puede conducir a desarrollar alteraciones físicas como trastornos digestivos y respiratorios, o enfermedades derivadas de la frustración por no encontrar el espacio propio como, por ejemplo, resfriados, hiperacidez, obesidad, morderse las uñas, fumar o cualquier otra dependencia en exceso, depresión existencial, insatisfacción, desorientación.
La esencia nos aporta claridad de metas, torna la orientación hacia el interior, captando mejor los dictados de nuestra esencia o ser profundo y además coordinándonos con el exterior. Ayuda a echar raíces en el más amplio sentido de la palabra (atención a los trasplantes) y nos hace entender que la vida la podemos construir desde la perspectiva de ser uno mismo, desarrollando nuestro potencial en toda su plenitud.