viernes, 25 de julio de 2008

Cherry Plum: control-descontrol

Cherry Plum – Cerasífera, Prunus cerasifera.
Emoción a tratar: miedo a la pérdida de control
Grupo: flores para los que sienten miedo.

Esta flor pertenece al grupo que forma el remedio rescate debido al amplio campo que abarca: se emplea para la sensación de no controlar una situación o varias, cuando se está a punto de perder los nervios o de perder la mente y cometer una locura, en momentos en que pareciera tener una olla de presión a punto de explotar y no poder manejar esa situación. Muy útil en la típica pataleta de los niños y en adicciones incontroladas.
Es la flor de la neurosis obsesiva.
En la vida cotidiana se aconseja a personas que son irascibles, de comportamiento anormalmente abusivo e histérico hacia su entorno que explota con ataques de ira. Pero también se utiliza en casos desesperados y dramáticos en que la persona siente que, en cualquier momento, puede cometer un acto fatídico bien contra alguien de su alrededor, bien consigo mismo, es fundamental en posibles suicidios.
El extremo a que ha llegado la persona es debido a una contención anterior o a no expresar correctamente sus sentimientos o ideas en el momento adecuado guardándolas durante tiempo y tiempo hasta que un día estallan, como es en el caso del tipo “agrimonia” (es la primera flor que estudiamos).
Si este temperamento no se cuida o bien se solapa puede derivar en trastornos físicos como convulsiones, epilepsia, tics, Parkinson, Alzheimer, incontinencia de esfínteres, enuresis, descontroles endocrinos, enfermedades terminales (descontrol celular). También es muy efectivo en casos de excesivo control, por ejemplo en el aspecto sexual donde, en algunas ocasiones, se pasa de un rígido control a descontrol.
La esencia aporta calma, voluntad, valor y lucidez para pensar y actuar racionalmente.

Cerato: buscan consejos de otros

Cerato – Ceratostigma, Ceratostigma willmottiana.
Emoción a tratar: buscan consejos de otros dudando de los suyos propios.
Grupo: flores para los que sufren de incertidumbre.

Esta esencia pertenece a las doce primeras que descubrió el doctor Bach de forma que es caracteriológica o que conforma el carácter.
Las personas que necesitan esta esencia normalmente tienen una percepción clara de lo que necesitan y cual es la respuesta a una duda o problema pero no lo llevan a la práctica, antes consultan con los demás para estar más seguros y, cuando se tienen que decidir, optan por el consejo que les han dado… aunque, la mayoría de las veces, sea erróneo y el suyo propio, el válido.
Normalmente son personas de una inteligencia superior a lo normal y aún así “delegan” en los otros la toma de decisiones por lo que, por la vertiente positiva se relaciona con el sabio y, sin embargo, por la vertiente negativa se relaciona con el loco pues es una locura tener un conocimiento y no usarlo.
Esto da lugar a la falta de una verdadera base donde cimentar los enfoques y decisiones adecuadas y, por otro lado, lleva a la búsqueda de soluciones en el exterior provocando inseguridad, dispersión, duda y superficialidad. Esta situación le lleva a dejarse llevar por las circunstancias como una hoja al viento.
Cuando aparece una alteración o enfermedad, va probando aquí y allí, de médico en terapeuta, cuando la solución está mucho más cerca.
La esencia aporta seguridad, sabiduría y decisión por lo que la persona llega a ser capaz de encontrar y seguir su verdadera vocación.

Centaury: voluntad débil

Centaury - Centaurea menor, Centaurium umbellatum.
Emoción a tratar: voluntad débil, fáciles de manejar
Grupo: flores para la hipersensibilidad al entorno

La centaurea menor es muy utilizada medicinalmente por su amplia variedad de aplicaciones: es muy servicial.
Esta esencia se utiliza, principalmente, para poder decir “no” ante situaciones en las que parece muy difícil dar tal paso.
La persona que necesita esta esencia, al igual que la planta, es muy “servicial”: antepone la atención y el servicio a los demás a sus deseos o sus prioridades hasta tal punto que es capaz de soportar hasta humillaciones con tal de no discutir, asumiendo esta situación como natural. Son personas deseosas de complacer pensando que, de esta manera, van a obtener el, tan necesario, reconocimiento de los demás. Se conoce esta actitud por “felpudo”. Desarrollan un exceso de sacrificio, preocupándose muy poco por si mismo lo cual conduce a la negligencia.
Agotados por tanto esfuerzo generan una falta de energía y cansancio incluso crónico. También genera un fuerte sentimiento de culpa al no poder “hacerlo mejor”.
La actitud de sometimiento también se puede trasladar a una enfermedad, vicio o defecto que “no hay forma de quitarse de encima”, no existe la suficiente fuerza de voluntad para hacerle frente aun siendo un simple catarro o algún kilo de más. Dice el doctor Bach: Para las personas tranquilas, bondadosas que están siempre ansiosas por servir a los demás. Su necesidad de agradar crece de tal modo en ellos que se convierten en sirvientes en lugar de actuar como ayudantes voluntarios. Su buena naturaleza les lleva a trabajar más de lo que corresponde y, al hacerlo así, pueden descuidar su propia misión en la vida.

Beech: intolerancia, actitud crítica

Beech – haya, fagus sylvatica.
Emoción a tratar: intolerancia, actitud crítica.
Grupo: flores para la preocupación excesiva por los demás.

El haya es un árbol que se desarrolla en soledad, alto, orgulloso, distante. El elixir que se obtiene pertenece a las últimas 19 esencias, más sutiles o espiritualizadas.
Las personas “beech” necesitan verse rodeados de bondad y belleza. De no darse estas circunstancias, se tornan intolerantes, críticos, con sus semejantes. Piden la perfección o que los demás actúen de la misma forma, sin entender que las demás personas llevan su propio ritmo de conocimiento o de evolución, es decir, que tengan distinta respuesta a sus expectativas. Su dificultad está en ponerse en el lugar de los que les rodean.
Suelen fijarse en los pequeños defectos o circunstancias que no son de su agrado tratando de evitarlos o criticándolos ferozmente, tratando de “sacarle punta” a todo lo que les rodea. Por ello, la gente suele huir de estas personas, quedándose aisladas.
Toda esta situación se somatiza en tensiones y rigidez, principalmente, en la parte alta del torax, hombros, cuello, garganta y en alergias y cualquier tipo de intolerancia (alimentaria, a medicinas, al sol, a los ruidos…).
La virtud que proporciona la esencia es la tolerancia, el sentido de compasión e indulgencia, de unidad con los demás.
Como dice el doctor Bach: “Para quienes sienten la necesidad de ver más bondad y belleza en todo lo que les rodea. Frente a las cosas que parecen equivocadas, adquieran la capacidad de ver lo bueno que surge dentro de ellos. Así podrán ser más tolerantes, indulgentes y comprensivos con los diferentes caminos que cada individuo y todas las cosas recorren en dirección a su propia perfección final”.

domingo, 20 de julio de 2008

Aspen: miedos indefinidos

Álamo temblón – Aspen, Populus trémula.
Emoción a tratar: miedos indefinidos.
Grupo: flores para el miedo.

El álamo temblón es un árbol caducifolio que recibe este nombre porque sus hojas se mueven temblorosas al menor soplo de viento. Existe una enorme relación entre el “carácter” de la planta con el elixir floral que se obtiene de ella.
Esta esencia pertenece a las 19 últimas que, además de incluir árboles, son más espiritualizadas, por lo que trata situaciones muy sutiles que, a veces, son difíciles de diagnosticar, pues se pueden “esconder” detrás de otras características.
La persona que necesita esta esencia tiene sensaciones vagas, difusas, cree que va a ocurrir algo: una desgracia, tiene miedo a la noche, a ataques o invasiones “del más allá”: fantasmas, etc… Cree que tiene mal de ojo o algún maleficio. Es muy buen protector a nivel energético.
La persona, al sentir un cierto miedo inexplicable, puede llegar a desarrollar una fuerte ansiedad. Da muy buen resultado cuando se han utilizado las características flores para la ansiedad sin solución. También se consiguen bastantes mejoras en temblores generalizados (pudiendo ser una reacción de ese miedo difuso).
Muy útil en pesadillas y sueños inquietantes o sensaciones extrañas, miedo al irse a dormir.
Y, como el dormir es una pequeña muerte, directamente, es una de las flores fundamentales para un moribundo: le ayuda a conciliar mejor el tránsito hacia el otro mundo.
La cualidad que aporta Aspen es un estado de paz, seguridad e intrepidez.
Como dijo el doctor Bach: “una vez que llegamos a esta comprobación (…) estamos más allá de todo excepto de la alegría de vivir y la alegría de nuestra inmortalidad (…) podemos caminar por ese sendero a través de cualquier peligro sin miedo”.

Agrimony: tortura mental disfrazada de alegría

Agrimony - Agrimonia, Agrimonia eupatoria.
Emoción a tratar: tortura mental disfrazada de alegría.
Grupo: flores para la hipersensibilidad al entorno.

La semana pasada detallamos los siete grupos de las flores del doctor Bach pero lo hicimos en inglés pues era el idioma utilizado por el doctor.
Desde esta semana vamos a detallar cada flor en castellano aunque, para ser exactos y si alguien tiene interés en saber de que flor estamos hablando, habría que buscarlas por su nombre científico pues, en alguna ocasión, pueden ser distintas familias o dentro de la familia, distintas flores, aunque las conozcamos por el mismo nombre.
Se dice que una persona tiene carácter “agrimonia” cuando muestra una amplia sonrisa, como si nada ocurriera y sin embargo está sufriendo un tormento en su interior. Suelen ser personas tímidas, en general sufren este estado más mujeres aunque también lo padecen bastantes( hombres), que no quieren preocupar a los demás y guardan su sufrimiento mostrando una actitud amable, incluso divertida.
Con esta aptitud evasiva, se posponen las cosas por no querer o no poder enfrentarse a los problemas pues son personas que, por nada del mundo, discuten. Por lo tanto son personas propensas a desarrollar una fuerte ansiedad y, en algún extremo, angustia.
Lo peor es que guardar todo ese tormento sin que haya ninguna válvula de escape puede acarrear el que esa presión se somatice y se empiecen a notar alteraciones físicas como puedan ser picores insoportables, dolores erráticos: “hoy me duele aquí, mañana allí”. También, para aliviar tanta presión es muy fácil darse a algún modo de droga: o bien la bebida, o la comida, cuando no es peor las drogas duras. Esta sería una de las flores utilizadas para drogadictos.
Tomando la flor, la persona adquiere un nuevo impulso, ayudándole a expresar sus sentimientos y diciendo, realmente, lo que quiere expresar y de esta manera libera sus emociones y su interlocutor puede entenderle mejor. De tal forma que desaparece la ansiedad o angustia –se la considera el ansiolítico de todo el sistema floral- de forma que, como diría el doctor Bach “trae la paz que sobrepasa todo entendimiento”.
Consulta de flores on-line

Las flores curativas de Edward Bach

Las flores curativas de Edward Bach

Edward Bach nació en Monseley (Birmingham) el 24 de septiembre de 1886. Desde niño demostró su interés por la naturaleza y su preocupación en evitar el sufrimiento en cualquier ser vivo. Ya desde entonces observaba como la gente reaccionaba ante al enfermedad por lo que decide dedicarse a la curación motivado por el amor hacia sus semejantes y la búsqueda continua, hasta sus últimos día.
Inicia sus estudios en medicina a los 20 años interesándose más por los enfermos que por los males que padecen deduciendo que la enfermedad se produce por alteraciones emocionales, además observa que si el paciente tiene más ilusión en mejorarse, se recupera con más facilidad.
Concluye sus estudios en Cambridge obteniendo un postgrado en Salud Pública. Comienza su práctica profesional no sabiendo como encauzar los conceptos, hasta ahora, recopilados y que no podía desarrollar de forma ortodoxa.
Desarrolla un gran trabajo en inmunología, en la rama de bacteriología, encontrando una relación directa entre las bacterias intestinales y las enfermedades crónicas, preparando vacunas muy efectivas aunque no le convencían del todo pues se administraban por inyección y producían dolor e incomodidad. El buscaba un método fácil, sencillo, sin contraindicaciones y dirigido al paciente, no a la enfermedad.
En 1917 sufre una fuerte hemorragia, siendo operado de urgencia. Le desahucian sus colegas dándole tres meses de vida por lo que, llevado por una convicción profunda en desarrollar su misión en este mundo, como el pensaba y al tener tan poco tiempo se lanzó frenéticamente a buscar el sistema ideal de curación. Cual es su sorpresa al comprobar, poco tiempo después, que su enfermedad remitía llegando a la conclusión de que cuando uno se vuelca en hacer lo que realmente le gusta o lo que ha venido a desarrollar y lo hace con entusiasmo, la enfermedad desaparece o no se reproduce. De cualquier forma sigue trabajando de forma tan desenfrenada que se conoce su laboratorio por “la luz que nunca se apaga”.
En 1920 comienza a trabajar en el Hospital Homeopático donde conoce a Hahnemann y descubre que tienen ideas parecidas sobre tratar al paciente y no a la enfermedad y anteponer los desórdenes mentales a los físicos. Hahnemann ya había trabajado sobre estas premisas desarrollando el vasto campo de la homeopatía.
Bach aprovecha este conocimiento y elabora unas vacunas homeopáticas orales comprobando que tienen la misma eficacia sin los trastornos de la fórmula anterior. Más tarde desarrolla siete nosodes homeopáticos (actualmente siguen utilizándose con gran eficacia) y los relaciona con 7 grupos de personas de un determinado carácter cada grupo, recetando cada uno de los nosodes a un grupo concreto de enfermos obteniendo una respuesta más efectiva.
Pero no estaba conforme todavía pues algunos productos homeopáticos se forman a partir de vísceras o plantas venenosas y, aunque en las últimas diluciones no conservan ningún componente físico, Bach quería conseguir un producto que partiera de materias más sutiles y refinadas.
A pesar de haber conseguido una gran reputación médica tanto entre sus colegas como entre sus pacientes en 1930 vende su laboratorio y decide abandonar su exitosa carrera en aras de un ideal que esperaba encontrar en la naturaleza, entre las flores.
Se basa en su intuición y en los estudios que ha realizado sobre filosofías (también es doctor en Filosofía), siguiendo la estela que han dejado anteriormente desde Platón y Sócrates (los cuales ya probaban gotitas de rocío para equilibrar las emociones) Paracelso y también, en su época, Rudolph Steiner el cual explicó en una conferencia, donde acudía Bach, que las flores guardaban una energía curativa todavía por descubrir.
Se instaló en Cromer, un pueblecito pesquero de Gales e investiga todo tipo de plantas y flores, llegando a la conclusión de que hay distintas categorías en el reino vegetal: desde el helecho o el musgo más simple hasta la planta más evolucionada destinada, como decía el, para curar al ser humano. De entre estas plantas más especiales se basa en la flor por ser el último eslabón en el crecimiento de la planta y, claro está, donde se encuentra toda la potencialidad. A primera hora de la mañana probaba el rocío de estas flores pensando que esa gotita de agua purísima, junto con el calor del sol, obtendría la “información” de la flor, probándola él mismo y consiguiendo, de esta forma, una gran respuesta en sus estados de ánimo. Podemos deducir, conforme fue encontrando cada esencia, los estados de ánimo por los que fue atravesando.
Al ser una sustancia inocua, carente de contraindicaciones, rápidamente la aplicó a sus nuevos pacientes, obteniendo resultados espectaculares. Al tratar con sustancias tan sutiles, Bach desarrolló una capacidad de diagnóstico y una intuición tan grandes que las recetaba casi a primer golpe de vista e incluso en problemas físicos, deduciendo cual era el estado emocional que había provocado esa situación, de tal forma que sólo empleaba una o dos esencias como mucho. Insiste muchísimo en que se ha de administrar las gotitas para la respuesta del paciente a la enfermedad y no a la propia enfermedad.
Por fin había encontrado lo que buscaba: una fórmula sencilla, eficaz, natural, simple de obtener y preparar, en absoluto tóxica y útil para todo ser viviente. El define esta obra como la medicina del futuro que ha sido enviada por El Creador como regalo.
En esta nueva etapa, Bach no cobra a sus pacientes y, aunque estos le hacen regalos y donativos con los cuales financia algunos libros y publicidad para promocionar su obra, pasa por una situación muy precaria reparando la casa y fabricando sus propios muebles de madera. A pesar de su mala situación económica Bach siempre recibe, en los últimos momentos, lo que necesita atribuyendo esta ayuda “a la protección del Gran Poder que vela por mí y la tarea que me ha sido encomendada”.
En 1934 ya ha conseguido los primeros doce remedios tipo y, luego, otros siete que él denomina “curadores” pensando que ya había concluido su obra. Se traslada a Inglaterra y se instala en una casita muy modesta en Mount Vernon (Sotwell).
Debido a estas nuevas terapias, a su sencillez y por rodearse de un equipo “no médico” el colegio de Médicos le amenaza en varias ocasiones con expulsarle, a lo que Bach responde en enero de 1935 :”me siento muy honrado en comunicarles que estoy trabajando con varios ayudantes, y que continuaré haciéndolo… Habiendo demostrado que las hierbas de los campos son tan simples de usar, como maravilloso su poder curativo, he desertado de las filas de la medicina ortodoxa”…y ¡no le expulsaron!
Hasta ahora el método utilizado para extraer las esencias era el método del sol y el agua: como recoger el rocío era extremadamente laborioso, probó a colocar un cuenco de cristal con agua de manantial y las flores al sol durante algunas horas y, después de filtrada comprobó que este agua estaba cargada energéticamente a la que añadía brandy para estabilizarla y conservarla, obteniendo así la Tintura Madre.
Pero, después de un tiempo de tranquilidad en que se dedica a escribir, a reponerse y a difundir su obra, comenzó a tener otras alteraciones emocionales lo que le obligó a buscar más esencias pero está vez ya no buscó flores sencillas sino que, siguiendo su intuición o, como él gusta decir, “fue llamado” a buscar entre flores “duras” y tallos leñosos. En esa época del año no había apenas sol, por lo que el método a seguir fue la ebullición consiguiendo una respuesta igual de efectiva. En estos nuevos 19 preparados abundan más los árboles y arbustos, siendo obtenidos en el tiempo record de 6 meses.
Sobre estos últimos preparados Bach escribe en julio de 1935: “no hay duda de que estos nuevos remedios actúan en un plano diferente a los antiguos. Son más espiritualizados y nos ayudan a desarrollar ese gran Yo en el interior de todos nosotros que tiene el poder de superar todos los temores, todas las dificultades, todas las preocupaciones, todos los males”.
Poco tiempo después de encontrar el último elixir dice a sus colaboradores: “mi tarea está cumplida, mi misión en este mundo está terminada”. También escribe una carta a su editor en la que, entre otras cosas le comunica: “cuando nos encontramos en el límite de internarnos en el Valle de Las Sombras quizás no nos comportamos con tanta reserva como cuando estamos en medio de la vorágine… El trabajo que he puesto en sus manos es un Gran Trabajo; un Trabajo Divino, y sólo Dios sabe por qué fui apartado en este momento de continuar con mi luchas por la humanidad que sufre.”
Partió de este mundo, mientras dormía, el 27 de noviembre de 1936. Según su fiel y gran colaboradora Nora Weeks, “Bach abandonó su cuerpo físico para continuar su obra en otra esfera”. Desde entonces, 60 años de práctica, en todo el mundo, han confirmado todos y cada uno de sus postulados. Actualmente se siguen aportando datos nuevos a sus investigaciones pues este gran hombre ha legado un filón de conocimiento tan profundo que, todavía, queda mucha información por averiguar ya que las esencias trabajan en niveles tan sutiles y a tan gran escala que es poco lo que se sabe, hasta ahora.
Desde Eisntein, sabemos que la diferencia entre materia y energía es muy relativa y acercándonos a la física cuántica o sub-atómica comprobamos que un electrón no es exactamente partícula o energía, ya que posee características de los dos elementos. Se sabe que las partículas sub-atómicas están separadas por grandes espacios, que el 99% de un átomo es puro vacío.
David Bohm, gran físico británico expone que “existe un campo invisible que mantiene unida toda la realidad y sabe, en cada momento, lo que está pasando en cualquier parte”
Para Deepak Chopra” una célula consiste en memoria que ha construido algo de materia alrededor”. También mantiene que “la mente domina la materia”.
Como dijo Bach en 1934:
“A través de su alta vibración, determinadas flores, arbustos y árboles silvestres de un orden superior, tienen el poder de aumentar nuestras vibraciones humanas y dejar libres nuestros canales a los mensajes de nuestro Yo Espiritual (Yo Superior), inundar nuestra personalidad con las virtudes que nos son necesarias y de este modo lavar los defectos (de carácter) que causan nuestros males. Como la buena música u otras cosas grandiosas, capaces de inspirarnos, las flores están en condiciones de elevar nuestra personalidad y acercarnos más a nuestra alma. De este modo nos brindan paz y nos liberan de nuestros padecimientos. No curan atacando directamente la enfermedad, sino invadiendo nuestro cuerpo con las bellas vibraciones de nuestro Yo Superior, ante cuya presencia, la enfermedad se derrite como la nieve al sol. No hay una verdadera curación sin un cambio en la orientación de la vida, sin paz en el alma y la sensación interior de felicidad.”
La verdad es que este gran visionario, que se adelantó a su época, nos ha legado este inmenso trabajo de curación y mejora personal. Pero, además, en sus escritos, sencillos y resumidos se puede leer un compendio de toda una filosofía de vida, de claves profundas, habiendo dejado un extracto de la más pura filosofía y religión universal, dignas de tener en cuenta para ser el faro que ilumine nuestra vida interior.
Los elixires florales (se denominan así porque llevan en su composición brandy como estabilizante y conservante) poseen una inteligencia tan sutil que actúan en distintos niveles, solamente donde se necesitan y no interaccionan con ningún medicamento o alimento que estemos tomando a la vez: actúan para bien y si no, no hay respuesta, de forma que si se prescriben o toman por error no hay ningún peligro porque la respuesta es nula.
Algunas flores, las que tienen un campo de acción más amplio, actúan en el nivel espiritual, mental, en el emocional y en el físico incluso al mismo tiempo, dependiendo de donde esté la alteración.
Bach nos ha repetido constantemente que la enfermedad se genera entre el alma/espíritu y la mente de forma que venimos a este mundo principalmente para aprender, cada vez, una lección determinada y es lo que hemos de conseguir, pero si, habiendo nacido y por distintas circunstancias nos separamos de la meta que habíamos trazado, entonces, nos estamos separando de los dictados del espíritu, que es nuestro autentico Yo, siendo la mente la que acepta los dictados de éste o la que decide seguir otros derroteros y si es así es como comienzan los conflictos. Si estos conflictos no se corrigen, se expanden a nivel emocional y más tarde al físico comenzando por tener molestias y si se continúa con decisiones equivocadas puede llegar a producir enfermedades graves e, incluso la muerte, pues es el Yo espiritual o superior el que nos guía y da la fuerza y la vida, pero si la mente o las emociones van por su camino a espaldas del espíritu puede llegar un momento en que éste se retira dejando a su suerte a la personalidad (mente, emociones y físico), como ésta por si sola no genera vida, puede llegar a extinguirse.
Para Bach existen dos errores fundamentales: el primero la disarmonía entre el espíritu y la personalidad derivado de no querer aprender o asimilar lo que la vida nos enseña y, segundo, la crueldad que manifestamos a los seres que nos rodean pues va en contra de la unidad donde está todo integrado perjudicándonos, principalmente, a nosotros mismos.
Bach mantiene que enfermamos de siete formas distintas motivadas por profundos errores de comportamiento que son: el orgullo, la crueldad, el odio, el egoísmo, la ignorancia, la inestabilidad y la codicia.
Por lo tanto las flores, por su elevada sensibilidad, armonizan con el espíritu dejando llevar su influencia hacia la mente, emociones o en el cuerpo físico para equilibrar todo el conjunto.
Esta ciencia innovadora no se puede medir como cualquier medicina actual sino que se entiende mejor como medicina holística, energética, vibracional o integral, es una ciencia avanzada en el futuro donde reinarán los conocimientos de la física cuántica la cual desarrolla una visión transcendente e interactiva. De todos modos Bach insiste sobre esto: “no es necesario ningún conocimiento ni ninguna ciencia, aparte del método simple descrito aquí… libre de ciencia, libre de teorías, porque todo en la naturaleza es simple”.
Una de las motivaciones que tenía Edward Bach para desarrollar este método tan sencillo y tan profundo era el gran interés que tenía en que las esencias estuvieran en todas las casas y cualquier persona las pueda utilizar casi sin conocimientos previos para poder utilizarlas tanto para una crisis de ansiedad como para una quemadura, etc…
Avalan su obra 80 años de investigaciones y experiencias compartidas y contrastadas, siendo reconocida en 1976 por la O.M.S. como sistema útil, aconsejando su utilización. Actualmente hay una gran lista de terapeutas florales, psicólogos, nutricionistas, odontólogos y médicos que trabajan con las flores, comenzando a utilizarse de forma masiva en algunos hospitales (¡Cuánto dinero ahorraría la Seguridad Social con este sistema!) aunque todavía queda mucho por hacer tanto en investigación como en publicidad.

CLASIFICACION DE LAS FLORES. Se dividen en 7 grupos:

I. PARA EL MIEDO - 5
ROCK ROSE – MIMULUS – CHERRY PLUM – ASPEN – RED CHESNUT.

II. PARA LA INCERTIDUMBRE - 6
CERATO, SCLERANTHUS, GENTIAN, GORSE, HORNBEAM, WILD OAT.

III. FALTA DE INTERES EN LAS ACTUALES CIRCUNSTANCIAS - 7
CLEMATIS, HONEYSUCKLE, WILD ROSE, OLIVE, WHITE CHESNUT, MUSTARD, CHESTNUT BUD.

IV. PARA LA SOLEDAD – 3
WATER VIOLET, IMPATIENS, HEATHER.

V. SUSCEPTIBLES A INFLUENCIAS E IDEAS AJENAS – 4
AGRIMONY, CENTAURY, WALNUT, HOLLY.

VI. DESÁNIMO Y DESESPERACIÓN – 8
LARCH, PINE, ELM, SWEET CHESNUT, STAR OF BETHLEHEM, WILLOW, OAK, CRAB APPLE.

VII. PREOCUPACION EXCESIVA POR EL BIENESTAR DE LOS DEMÁS – 5
CHICORY, VERBAIN, VINE, BEECH, ROCK WATER.