sábado, 26 de diciembre de 2015

A vueltas con la culpa, tan dominante ella.

Te cuento que estoy un poco triste (un poco bastante), pues, a pesar de ser medio consciente, de saber que hay una sola flor: EL PINO (en inglés, que es como se comercializa, PINE) que controla, mitiga o ayuda a eliminar el terrible y corrosivo sentimiento de culpa, a pesar de saber que hay una sola palabra que la puede borrar del mapa, que es EL PERDÓN.........

A pesar de todo esto ¡ahí sigue apareciendo, omnipotente, omnipresente...! a pesar de tanto denunciarla, de haber escrito un libro, incluso:
Tengo la sensación de que medra de una forma descomunal, en la gente que me rodea, tanto físicamente como en la red, gente que ves cómo se está autodestruyendo irremediablemente (característica clara de este mal), sin posibilidad de reparo.

Afortunadamente, hay quien está en esa situación y, a la vez, en sintonía con el mundo floral y es decirle: tómate el pino.... ¡y se opera el milagro! ¡tan sencillo como eso!!! ahora sí, ha de tener constancia, porque  es como una sombra constante en el tiempo.

Pero, como otra característica suya, es la de excluir cualquier solución, cuanto más buena, ¡peor!! pues  así vamos engordando la bola.... de forma que, si voy con la solucíón, ¡lo más fácil es quitarme a mi de en medio!!

Esta situación me lleva a pensar que, por reflejo, debería trabajarla yo, sin un resquicio, constante y pacientemente. También, que todos, en mayor o menor medida, la llevamos intrínseca, sin apenas ser conscientes de su existencia.

Entonces, te propongo un plan: que me ayudes, por ti, por mi, pero sobretodo, por los demás: ¡por tus seres queridos! porque, en un momento dado, si a ti o a mi nos da igual lo que pase en nuestra vida, como si se arruina completamente (eso sí, le echaremos la culpa a los demás por ello) ¡seguro que no te va a dar igual (a mi tampoco) si esto le ocurre a un ser querido!!!

Por favor, necesito tu ayuda: por un lado, ayudándote a ti mism@ porque además, por reflejo, también estás ayudando a los demás; y por otro lado, denunciando este terrible mal, proponiendo sus soluciones que, en realidad, son bien sencillas:
  • Tomar la flor de Bach PINE, que si la unimos a HOLLY (el Amor Universal) ¡tanto mejor!
  • Incluso se puede meditar en el árbol: recibir su energía y su enseñanza.
  • Repetir muy a menudo: YO ME PERDONO Y ME AMO, YO TE PERDONO Y TE AMO, o aquellas palabras mágicas: PERDÓN, TE AMO ¡GRACIAS!!
  • En definitiva, desarrollar el Ser Crístico en nuestro interior. En estos días de Navidad, es el momento ideal en el que el Niño ha de nacer en nosotros, que es nuestra esencia: el Niño Jesús es Amor y es nuestro Hermano, por lo tanto Yo soy Amor y el Amor lleva implícito el Perdón, que es el disolvente de todo mal.
Entonces, ¡cuento con tu ayuda!
NAMASTE.
¡FELIZ NAVIDAD!