domingo, 3 de julio de 2016

Relax, control, memoria, presencia… y ¡mucho más! en una sola flor.

Normalmente, tendemos a poner etiquetas a todo, que suele generalizarse en bueno y malo. Esto también ocurre con las Flores de Bach: se suelen catalogar entre buenas o con mejor prensa o “malas”, casi intocables.

Por ejemplo, a todo el mundo le compadece si alguien está tomando Mimulus para los miedos, fobias, etc… pero casi nadie es capaz de reconocer que necesita una flor para la intolerancia (Beech), para el orgullo, menos para la soberbia (Water Violet, Rock Water, Vine o Beech), cuando, realmente diría que todos necesitamos estamos flores ¡para qué nos vamos a engañar! Y cuanto antes lo aceptemos, más pronto pondremos remedio, el cual nos vendrá genial para mejorar nuestra vida e, incluso, la de los demás.

También están las flores para los extremos como Cherry Plum o Sweet Chestnut que, por el estereotipo, casi ni se usan, evitando así solucionar, casi al instante, esos pequeños ataques de histeria o de nervios que cualquiera puede tener en un momento dado (¿Quién no ha perdido los nervios alguna vez, o algo se le escapa de las manos?), así como un ataque de ansiedad o angustia ante estos tiempos tan hiper cambiantes.

Pero, en concreto, quiero hablar de una flor que trata el pánico… y, claro ¿quién reconoce que tiene pánico? Suena como extremo ¿no? Ya veo todas las caras diciendo: ¿YOOOO??? ¡qué va!! Pero, si te pregunto si no has pasado alguna vez por una sensación de ausencia, de querer huir, de bloqueo general que no sabes ni por donde salir, o que no te permite mover ni un músculo, o que te impide hacer lo que realmente quieres… Es decir, ¡Ser tú mism@!

¿Cómo lo ves ahora??

Teniendo en cuenta que el miedo es la emoción más negativa y básica (un ataque de pánico puede acabar con la vida), del cual derivan todos los demás estados: ira, rabia, resentimiento, angustia, ansiedad, ausencia, falta de autoestima, de memoria, sumisión, dependencia, totalitarismo, estrés y tantas otras derivaciones, entonces ¡erradiquemos el miedo y, posiblemente, nuestra vida irá sobre ruedas!

Además de las cinco clásicas flores para el miedo, hay otras muchas más, pero quiero destacar, hoy, una sola: Rock Rose o Heliantemo. Esta maravillosa flor nos hace recuperar, con unas pocas gotas, la integridad, templanza que siempre ha sido nuestra, el control y dominio en nuestra vida, es decir, somos los gobernantes de ella, los magos que reconocen y generan la Prosperidad, Salud y Amor que Somos.

Con razón, el doctor llamó a esta flor primera “remedio rescate”. Es una panacea que ¡vale para casi todo!

Para no extenderme mucho más, pues sus cualidades son casi infinitas, te invito a estudiarla más en profundidad. Te dejo un enlace, en este mismo blog: http://curateconlasflores.blogspot.com.es/search/label/Rock%20Rose
O puedes consultarla en mi libro Un recetario de flores de Bach (no transcribo todas las propiedades pues me llevaría todo el día, seguramente) o en la cantidad de páginas que hay en la Red, sobre este tema tan apasionante.

Aunque, lo más fácil es que la tomes y observes los resultados ¡seguro que te sorprenden!