viernes, 19 de junio de 2009

¿Trabajo de servicio o servilismo?

Los maestros nos dicen que, para evolucionar, avanzar más rápido en la vida, el principal trabajo a realizar es el de servicio.
El trabajo de servicio consiste en trabajar desinteresadamente para ayudar a los demás, se refiere, claro está, a un trabajo que bien podría ser distinto al que nos mantiene o con el que nos ganamos la vida aunque, si alguien tiene la suerte de poder combinar los dos ¡genial! No quiere decir que no cobre por su trabajo lo cual le cubriría las necesidades básicas pero si, además, su trabajo lo realiza de corazón y con la mayor intención de “servicio” ahí es donde desarrolla esta gran cualidad.
Puede llegar un momento en que la persona ha alcanzado tal grado de evolución que la vida le proporciona una situación en la que no necesita trabajar tanto para mantenerse sino que, cada vez más, va a poder dedicar más tiempo al trabajo altruista puro.
Esto lo he podido observar a lo largo de mi vida y puedo dar testimonio de ello pero también puedo atestiguar del defecto que conlleva el trabajo de servicio: el “servilismo”.
Cuando la vida ya no ofrece un gran aliciente, la mejor solución es redirigirla hacia un trabajo de servicio pero esto se puede confundir con perder el norte y entregar o anular “la esencia” de uno, es decir, tratar de ayudar a tontas y locas, a costa de lo que sea y por encima de quien sea con lo cual estamos haciendo flaco favor a quien recibe la ayuda y menos a nosotros mismos.
También puede ocurrir que lo confundamos con una predisposición sumisa en la que no disentimos nunca del que tenemos enfrente ¡ni se nos ocurre! Y si ese alguien nos hace un mínimo favor “porque le interesa” no sabemos como pagarle esa pequeña gracia y no nos llega la vida entera para poder hacerlo.
Por otro lado, realmente, es muy cómodo dejarse llevar, no oponerse al otro, ¡es comodísimo! pero esto conduce a un gran desgaste de energía por nuestra parte así como anular nuestro verdadero y profundo ser, además de que los demás, con tanto anularnos y ser tan “serviciales” terminan por no creernos o no tomarnos en serio y, lo que es peor, abusando hasta donde les dejemos...
La persona que trabaja con las flores (Pilar ¿estás por ahí? ¡¡hola!!) estará leyendo todo esto y pensando que hablo en clave de… centaury o centaurea. Efectivamente, esta flor corrige esa situación de excesivo servilismo, de creernos que estamos por debajo de los demás, DE TODOS, y nos pone al mismo nivel, dando lo que nos sobra, no la propia esencia al igual que el árbol da el fruto y no el tronco…
Pero, continuemos con las flores… y el trabajo de servicio. Hay otro aspecto que nos puede llevar a ser demasiado servilistas y es… LA CULPA: si alguien me pide un favor y le digo que no o no se lo hago ¿estoy haciendo mal? ¿soy una mala persona? También puede ocurrir que uno tiene la perenne sensación de que ha hecho algo mal y trata de redimirlo… trabajando hasta la extenuación y, principalmente, para los demás aunque se quede sin fuerzas, sin dinero y sin lo que haga falta con tal de calmar esa sensación funesta, que nunca va a desaparecer a no ser que se tome conciencia de ella, llegando a la extenuación total de autoataque o autoaniquilación degenerando en una enfermedad autoinmune o algo peor.
Actualmente está bastante demostrada la eficacia de las flores, en concreto del “pino” en las enfermedades autoinmunes y genéticas, otra cosa es que la persona acepte la terapia que… suele ser que no.
Y, para formar el triángulo hablaremos del castaño rojo o red chestnut para la preocupación excesiva por lo demás… y esto ¿porqué ocurre? Nos volcamos desaforadamente en los demás preocupándonos incansablemente por su suerte, que solemos prever con nubarrones, porque… proyectamos en ellos nuestros miedos y temores. Aquí aplicaríamos de maravilla aquello de “la caridad-amor bien entendido comienza por uno mismo”. Para poder ayudar a los demás primero hemos de ayudarnos a nosotros mismos, no podemos amar a los demás si estamos vacíos de amor, de otra manera corremos el riesgo de convertirnos en lo contrario de lo que pretendemos, al no tener amor-energía-luz internas… las buscamos fuera con la excusa de ayudar pero estamos falseando la situación, en lugar de ayudar pasamos a ser dependientes, necesitar a los demás.
Pero para eso están nuestras amigas, las maravillosas flores, para que, al tomarlas, nos ayuden a corregir esos deslices aunque, son tan maravillosas y magnánimas, están tan llenas de energía-luz-amor que, solamente el visualizar que te bañas en ellas ¡ya están actuando!
Y también, como puedes ver, ¡nos aclaran tanto el camino! aún sin tomarlas podemos entender lo que nos ocurre y poner el remedio… aunque siempre estarán esperando a que acudamos a ellas para facilitarnos el camino…

2 comentarios:

Pilar Vidal Clavería dijo...

Querida Puri

Estoy de nuevo en casa de vuelta de vacaciones, este año adelantadas, un placer volver a leer tus comentarios sobre nuestras queridas Flores de Bach

Un abrazo

Puri dijo...

¡Hola Pilar! ya veo que estás por ahí. Sí me figuré que estabas de vacas porque veía que pasaba el tiempo en tu blog y no había entradas ¡verás que te vigilo!
Yo también me voy unos días de vacas adelantadas pero no tanto... es un viaje de trabajo pero como está en la playa... no te cuento nada para los que vivimos en el centro lo que supone...
O sea que aprovecho para saludar a todos y despedirme por unos días... fisicamente porque os llevo en el corazón.
Abrazos.
Hasta pronto.