miércoles, 16 de septiembre de 2009

Septiembre, tiempo de cosecha ¿o no?

Tradicionalmente, septiembre corresponde al final de una etapa en que se recogen los frutos de lo sembrado con anterioridad por lo que, si se ha realizado una buena siembre, se obtendrá una mejor cosecha.
Al ser final de una etapa, ésta da comienzo a otro nuevo ciclo, por lo tanto es un momento de nuevas expectativas, nuevos y renovados ideales, nuevos proyectos e ilusiones. Pero actualmente ya nos han colado la idea de que el precioso y maravilloso septiembre es el mes “de la depresión” ¡ya está! ¡así de simple! ¿por qué? ¿tan malo es volver a lo cotidiano, al trabajo, a las responsabilidades?
Si a todo esto añadimos lo que nos cuentan desde unos intereses creados por tierra, mar y aire y que no voy a repetir, no es de extrañar que uno caiga en picado ante tal cantidad de horrores ¿fabricados?
Quiero hacer una llamada de atención sobre esto pues nos quieren vender (y lo hacen muy bien) un espejismo bastante negro, por cierto. Pero ¿por qué picamos el anzuelo? Básicamente por una gran falta de identidad personal, individual: nos han educado para seguir al rebaño y para que no pensemos, incluso para que olvidemos quien YO SOY realmente, es decir, que nos alejemos de nuestro verdadero origen donde se halla nuestra gran fortaleza.
Para ello vamos a hacer un repaso de las flores que nos ayudarían a reorientar nuestra vida y volver a conectar con nuestra ESENCIA, la cual es ÚNICA, DIVINA, INMORTAL, BELLA, PODEROSA… entre otras muchas elevadas cualidades.
LARCH, la flor por excelencia para la falta de autoestima. Según algunas teorías es la primera que deberíamos tomar pues si carecemos de esta base tan fundamental todo lo demás se tambalea.
CERATO, para cuando se tiene una certeza pero se consulta a los demás haciendo caso de su opinión la cual suele ser errónea. Es la flor de la sabiduría pues esta se halla en nuestro interior, no necesitamos acudir a otros para pedir consejo pues la respuesta la guardamos dentro. Atención a esta flor pues hoy día hacemos más caso de los media y de lo que nos rodea (lo aparente) que de nuestra intuición o conocimiento.
CRAB APPLE, la falta de autoestima visto de otra manera, con vergüenza o sentimiento de suciedad, asco.
GENTIAN, para pensamientos negativos, pesimismo, no se emprende nada pues, primero, se plantea el fracaso. Cuando solamente nos fijamos en el mundo material y al ser éste caduco lo que nos transmite es sensación de límite, inseguridad, por lo tanto negatividad. Es volviendo al espíritu cuando encontramos los altos valores. Como nos aclaró muy bien nuestra colaboradora y amiga Pilar (¿te lo digo Pili? ¿estás por ahí? je, je) es la flor que transmuta lo negativo en positivo.
GORSE, para la falta de esperanza, cuando uno tira la toalla y ya no espera nada bueno. Esto es algo que se ha de evitar pues dice el doctor Bach que no podemos vivir sin esperanza y, es más, estamos obligados a crear o renovar la esperanza en los demás. Posiblemente la situación no es tan complicada, puede ser un apego al pasado, no permitiéndonos adaptarnos a las nuevas circunstancias, por ejemplo. Normalmente la solución es mucho más sencilla de lo que parece, otra cosa son los apegos… esta flor ayuda a ver la situación crítica de una forma no tan negra sino como parte necesaria de la evolución la cual conduce a un nuevo y espléndido día.
MUSTARD, para estados ambivalentes de euforia y depresión o para estados depresivos profundos. Puede ser una situación en la que parece como si una nube negra nos invadiera.
PINE, ya habrás visto que redundo en esta flor pues es más importante de lo que parece. Tanto en terapias como en la vida cotidiana estoy observando que la gran mayoría tenemos tan, tan, tan arraigado el sentimiento de culpa que, muchas veces, pasa desapercibido siendo un sentimiento totalmente corrosivo y, atención, AUTODESTRUCTIVO. Es más, la persona que necesita esta flor junto con CRAB APPLE ¡mucho cuidado! Pues es una mezcla explosiva de la cual hay que huir a toda velocidad, sin exagerar puede ser una auténtica trampa mortal. Siempre, siempre tenemos la prerrogativa divina de elegir, siempre podemos elegir en todas y cada una de las situaciones y no nos podemos permitir ni un ápice elegir o alimentar un estado negativo porque, además, estos estados son muy atractivos, atrapan y, cuando menos nos damos cuenta, el salir de ahí es muy difícil, por lo tanto, erradiquémoslo desde el principio.
RED CHESTNUT, para la preocupación excesiva de los demás con lo cual, al proyectarnos hacia fuera… perdemos nuestro centro. La flor ayuda a preocuparse por uno mismo que es donde está la cuestión.
WALNUT, la famosa flor para los cambios que tanto nos traen de cabeza. Es cierto que vivimos una época de profundos cambios y esta prolífica flor nos va a ayudar a adaptarnos a la nueva situación y a tomar decisiones sin que los demás interfieran en ellas.
WHITE CHESTNUT, para pensamientos repetitivos, descontrolados, muy útil para la relajación, meditación o para encontrar la paz mental.
Seguramente podría especificar más flores pero ya entrarían en el terreno personal de cada uno. De todos modos te invito a repasar todas las flores en el blog, por si te no te identificas con alguna de las anteriores y te recuerdo que las flores son tan maravillosas y perfectas que solamente pensar en ellas ¡ya están actuando! ¡abusa de ellas que no producen sobredosis!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Puri por esta información tan interesante que parece contada para mi.
Gracias y enhorabuena por este estupendo blog.
Ana.

Pilar Vidal Clavería dijo...

Querida Puri,

Muy bueno el resumen que haces de las Flores, realmente vale la pena repasar los 38 remedios, porque de cada uno podemos sacar lecciones que aprender, unos pueden resonar más que otros en determinados momentos, pero es bueno tenerlos siempre a todos bien presentes.

Un abrazo

puri dijo...

Queridas Ana, Pilar y a ti que estás en silencio, gracias por vuestra compañía.
La verdad es que, Pilar, sí podía haber hecho una relación de ¡todas las flores! escogí algunas por no aburrir pero, claro está, cada uno seguramente necesita otra bien distinta.
La cuestión es que no insistiremos lo suficiente para tomar conciencia sobre lo que realmente somos y para que nada ni nadie nos pueda manejar.
Tenemos una fuerza enorme y una poderosa imaginación que está sin usar y con la cual podemos viajar, visualizar un lugar ideal, incluso ver, hablar, escuchar, sentir a alguien, proyectar sueños... y no dejarse llevar por las noticias del exterior.
Ya dijo el doctor que lo peor que puede ocurrir es que alguien trate de dominar o manejar a otra persona... y lo segundo peor es que esa persona se deje manejar o dominar...
O sea que ¡a trabajar con la imaginación! eso si siempre pidiendo, si son deseos, que sean para bien nuestro y de toda la humanidad.
Abrazos.