lunes, 5 de octubre de 2009

Síndrome de Estocolmo.

Se denomina así al síndrome que se produce en una persona contrario al esperado, es decir, cuando una persona está en una situación precaria o viviendo una experiencia de opresión con respecto a alguien o alguna circunstancia lo lógico es que, al liberarse de esa situación opresiva se alegrara o saltara de felicidad pero ¿en cuantas ocasiones ocurre esto?
Si, por ejemplo, alguien viene a ofrecernos un mundo ideal, color de rosa, con la total seguridad de que así se va a realizar, solamente hemos de decidirnos a dar el paso (sin contraprestación) ¿qué pensamos? lo más normal es que no nos lo creamos y lo segundo ¿no hay un cierto, ciertísimo apego a nuestra vida actual por muy mediocre que sea? y, lo que es peor, por no decidirnos a dar el paso ¡así nos quedamos!
Como actualmente vivimos en una vorágine de cambios y estos cuestan que es un horror pues volvemos a repasar la famosa flor para los cambios WALNUT la cual nos ayuda a adaptarnos más facilmente a la nueva situación además de que nos protege de influencias y opiniones externas, es decir, que nos dejamos guiar por nuestra intuición en esos momentos tan sensibles.
Pero para cambios más profundos, drásticos, vitales la flor apropiada es SWEET CHESTNUT para la noche oscura del alma, para los momentos de mayor oscuridad que suelen ser los que anteceden al alba... es una flor relacionada con el ave fénix la cual resurge de sus cenizas...
Debemos de estar atravesando momentos de profundísimos cambios pues tengo la impresión de que la mayoría necesitamos tomar esta maravillosa esencia.

1 comentario:

Purificación dijo...

También se puede tomar Centaury (por el servilismo), Red Chestnut (para evitar la preocupación o los lazos con los demás) o, incluso Gentian o Chicory (para evitar el apego)