lunes, 1 de marzo de 2010

La autoestima, parte II

Acabo de descubrir algo que, posiblemente ya he leído pero “no lo había integrado”. Se trata de los momentos que pasamos críticos o conflictivos y la decisión de cada uno de dejarse llevar o tratar de no implicarse en la situación.
Lo que he descubierto (para algo están los problemas, je, je) es que en esas situaciones es fundamental una buena autoestima, es decir, si la vida golpea fuerte y “nos identificamos” con ese mundo de maya aparente, pasajero, engañoso y pegadizo dejándonos arrastrar por el, es una forma de que esa situación nos domine “pueda con nosotros” pero será porque no tenemos un punto de vista objetivo, no tenemos conciencia de QUIEN REALMENTE SOMOS. Si así fuera, si realmente tuviéramos una idea clara y determinada de nuestro ser real, cualquier problema por grave que fuera, sería una mera anécdota, un símbolo, un mensajero que trata de hacernos ver un significado más profundo o la respuesta a lo que nos ocurre.
Dice Yogui Ramacharaka que si nos imagináramos un ser con las mejores cualidades, adornado de una belleza inimaginable y todo lo más ideal que quisiéramos añadirle, aún sería una pálida imagen de lo que realmente es nuestro verdadero ser, además de irradiar un aura de múltiples y brillantes colores emitidos a una larga distancia…. ¿cuesta imaginarlo!
Teniendo conciencia de nuestro verdadero SER sabemos que no perdemos nada, porque nada nos pertenece, pero todo lo que es del Padre, también es nuestro. Como dice la madre Teresa “somos una gota en el océano pero el océano sin esa gota, sería menos”. Tampoco se rompe ninguna relación, posiblemente se termina un tiempo de experiencias pero si los lazos son lo suficientemente fuertes… hay mucha vida y ¡muchas vidas para re-encontrarnos de nuevo!
Es increíble cómo cambia el cuento viéndolo de una manera superficial, apegada a la materia embaucadora, limitada, pasajera… nos perdemos en el pequeñísimo detalle que es comparándolo con la eternidad, el tiempo en el que vive el espíritu. Con razón decía el doctor Bach que la flor de la autoestima, LARCH es una de las fundamentales por no decir básica y así la emplean muchos terapeutas. Sin autoestima ¿qué somos? una hoja en el viento, no iniciamos nada porque, ni siquiera, creemos en nuestra valía; un gran amor se puede quedar en platónico… por “no atreverse” a dar un paso, por no sentirse “a la altura”; podemos estar largo tiempo sin buscar un mejor trabajo “por no dar la talla” (solo en la imaginación).
¡Cómo cambia todo si lo vemos desde una perspectiva más cósmica, inmortal, eterna, invencible e indestructible: todas las cualidades del ESPÍRITU QUE YO SOY!
Y como en la entrada sobre la autoestima ya expliqué las principales flores, te invito a repasarla:
En la entrada anterior hablamos sobre la canción “Acuarela” la cual dice en una frase “si el muchacho... se siente seguro, verá su futuro con claridad”. Y como nos gustan las canciones pues hoy toca una haciendo referencia al tema. Es de corte sentimental pero se puede ampliar a cualquier otra situación: vivimos siempre juntos

No hay comentarios: