lunes, 7 de marzo de 2011

Cómo nos domina y maneja el ego.

Dice el doctor Bach que la enfermedad tiene su origen entre el alma y la mente… y ¿porqué? Pues, muy fácil: venimos a este mundo con una clara misión a desarrollar, lo traemos grabado en nuestro ser profundo, en las células, en el adn.

También dice el doctor que venimos a la vida como el que va un día a clase y en ese día solamente aprendemos una o, como mucho, dos lecciones… eso es si se aprovechan bien las experiencias pero ¿qué tuerce ese camino?

La mente es el nexo de unión, el eslabón o el foco que proyecta la orientación que traemos hacia el mundo material donde hemos de desarrollar el trabajo previsto. Por un lado, es un gran privilegio nacer al mundo material pues es un lugar o forma donde, de no ser así, no habría forma de adquirir esas experiencias las cuales nos van a nutrir o mejorar nuestro conocimiento o sabiduría. Y ya no solo nos favorece a nosotros sino, también, a más seres que se pueden beneficiar de ese conocimiento gracias a nuestro ejemplo.

Pero la mente puede actuar de ida… y de vuelta: puede servir al espíritu para proyectar el plan a realizar o puede estar más sensible al mundo material, torciendo los planes del espíritu ya que la materia es densa, absorbente, atractiva (de atraer), momentánea de forma que atrae, atrapa a los sentidos los cuales influyen en las emociones y estas “convencen” a la mente de un camino muy distinto al original preparado. Simplificando, traemos una tarea muy concreta pero, aterrizando en este mundo, es fácil que nos dejemos embaucar, deslizar por los aparentes paraísos artificiales que nos muestra el mundo de las formas, de “maya” aunque, si sucumbimos a esos espejismos, pronto veremos que nos pasa la factura de “sus” intereses prestados.

Equivale a poner nuestro ser al servicio de las tendencias inferiores o, por poner un ejemplo, como si un jefe de una gran empresa deja hacer y deshacer a sus empleados dejándose manejar por ellos, cambiando el orden o la jerarquía. Este desorden puede traer como consecuencia que, más tarde, tengamos que hacer frente a ese desajuste (karma)

Normalmente, esto que parece tan sencillo, invierte el orden de nuestro destino continuamente, entrando en un maremágnum de corregir errores pero volviendo a cometer nuevos errores y, con ello, provocando alteraciones vitales o, incluso, enfermedades.

Por todo esto, es tan importante retirarse del mundanal ruido y meditar, aunque sean cinco minutos cada dos horas o 20 minutos como mínimo una vez al día para reconectar con nuestra esencia, eje y guía internos y, así poder encauzar mejor las circunstancias pues, de lo contrario, es cómo manejar una empresa… sin cabeza o guía. Es muy importante este ejercicio porque el “mundanal ruido” es muy potente y ensordece los efluvios internos que son muy sutiles y sigilosos. Si, para guiarnos en la vida, la mejor respuesta es la que nos da el corazón ola intuición, para ello se requiere silencio y paz pues no habría otra forma de poder escucharle.

En esta ocasión son beneficiosas todas las flores, principalmente porque nos reconectan con el ser interno, sabio y guía. Nos ayudan en cada ocasión en que aparece el miedo, la dependencia, la inseguridad, el exceso o falta de voluntad… para cualquier tipo de emoción negativa o desbordada encontraremos la flor adecuada para ese momento. Vamos a señalar alguna, como ejemplo:

LARCH, si comenzamos por no reconocer nuestra identidad, la cual es divina, a partir de ahí, ya va todo mal.

CHESTNUT BUD, para estar abiertos a las experiencias vitales y aprender mejor el mensaje que nos proporcionan.

HOLLY, para el amor universal o para evitar la suspicacia, envidia, celos, rabia, sospecha, ira…

GENTIAN, para no dejarnos llevar por el mundo material o del ego que nos habla de fracasos y frustraciones. Nos conecta con el espíritu que es inmenso y vive en la plena realización.

CERATO, que en su vertiente negativa es el loco o el que se deja llevar por los demás aunque no tengan razón, o en su vertiente positiva es el sabio que escucha o se deja guiar por su voz interior.

Y, así, todas las demás flores que siempre esclarecen el camino sea para saldar las cuentas o los desajustes pasados como para darnos ánimo y luz en los nuevos senderos a transitar. Son tremendamente útiles para evitar dejarnos llevar por tendencias adversas y guiarnos claramente por el mejor y más seguro camino.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que interesante me recomendaron las flores de bach. En la homeopatía para un hijo con autismo tengo fe en la naturaleza se todo saldrá bien gracias

Anónimo dijo...

hola, me recomendaron flores de bach pero el frasco es raro y ademas no tiene sabor ni olor... son asi los frascos de estas medicinas ^^ , me gustaria saber grasias